Reseña: La Maldición de Hill House de Shirley Jackson


La Maldición de Hill House de Shirley Jackson es por excelencia la clásica historia de casa embrujada. Lejos de ser la primera (ese puesto posiblemente lo ocuparía El Castillo de Otranto de Horace Walpole, ya que inició con la literatura de terror gótica), su popularidad no tiene parangón. Ha recibido dos adaptaciones para el cine, la primera en 1963 y la segunda en 1999, y una serie de televisión de la mano de Netflix, y si bien todas tendrán sus divergencias, el tema central que comparten es de un grupo de personas que deciden pasar unas noches en una mansión en la que han ocurrido varias atrocidades en el pasado, con el fin de corroborar si es que dicha mansión está embrujada.


En la versión que nos compete, tenemos a nuestra protagonista Eleanor Vance, una mujer insegura y sumisa que decide dejar sus miedos detrás y aventurarse en esta empresa que le dará paso a una nueva y mejor vida. Aquellos que fueron fans de alguna de las adaptaciones y esperan darse un buen susto con esta novela puede que se lleven una decepción, ya que esta no recurre al horror sino más bien al terror psicológico. En esta versión todo lo que se nos cuenta es ambiguo, pues lo vemos desde la perspectiva de Eleanor, quien no es una persona de lo más confiable.


Durante décadas, esta novela ha dejado a los lectores elucubrando sobre cada aspecto de la misma, tratando de desentrañar la relación que tiene Hill House con las emociones de protagonista, y esto se debe gracias a que Shirley Jackson creó un personaje bien complejo, cada faceta o incertidumbre que experimenta es en consecuencia a las interacciones que tiene con alguno de los otros personajes con quien debe convivir durante esos días. Estas dudas cobran vida y se manifiestan por medio de golpes, sombras o manchas de sangre en las paredes como si Hill House se estuviese burlando de ella, pero podría ser también que la mansión fuera ajena a ella y que sea la misma Eleanor quien conjura esta maldición.


Lamentablemente, no se puede decir mucho del resto de los personajes. La mayoría son distantes o no parecen tener un interés genuino en la maldición, haciéndote preguntar muchas veces qué hacen ahí en primer lugar. Sin embargo, esto debe haber sido deliberado para que la protagonista, y por lo tanto el lector, desconfíe de ellos.


En conclusión, La Maldición de Hill House es una novela que te atrapa en su ambiente gótico que tan irresistible no resulta en el género del terror y al terminar te hará preguntarte lo que realmente ocurrió esas noches en las que los personajes se hospedaron en Hill House.


Valoración: 5/5


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